La brújula del camaleón

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Festival de Música Celta de Ortigueira 2013, Galicia 26 de julio de 2013

Campamento en el bosque, durante el Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

Campamento en el bosque

Llegamos por la noche. Tras pasar los montes de León y montones de tortuosas carreteras secundarias, después de un día entero de viaje en autobús y en coche, llegamos a un bosque de altos árboles donde la niebla nocturna, mezclada con los destellos de los pequeños faros de las tiendas de campaña, le daba al lugar una sensación mágica y como de cuento. Estábamos por fin en Ortigueira (Galicia, España), para disfrutar del Festival internacional de Música Celta. El emplazamiento era increíble: un bosque donde normalmente no dejan acampar (aunque cambian esa restricción por el festival de música), con un paisaje de montañas neblinosas a lo lejos y una playa enorme y vacía, con una isla en medio del mar, al otro lado de unas dunas.

Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

Miguel disfrutando de la naturaleza

Plantamos nuestras tiendas casi a oscuras, tomamos algo y al rato nos fuimos a dormir, puesto que llegamos tarde como para ver los conciertos de aquella noche y estábamos, además, reventados. Sin embargo, no dormimos mucho, en cuanto salió el sol empezamos a cocernos dentro de nuestras tiendas, así que salimos y nos dimos una ducha con el agua helada que salía de los grifos de un paredón al aire libre. Toda una experiencia vigorizante. Así es Ortigueira durante el festival, noches de acampada en el bosque, música a todas horas y duchas frías al aire libre con viento helado de regalo. Aunque también mosquitos, arañas, calor, frío, gente y ruido a todas horas y que no te dejan dormir… Hay que ir preparado. No apto para tiquismiquis, pero como no lo somos, ¿verdad?, pues genial.

Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

Miguel tocando la flauta travesera en Ortigueira

 Esperando a los conciertos de la noche, nos sentamos y escuchamos a Miguel tocar la flauta travesera. No podía faltar la flauta en un viaje de este tipo. Lo que no sabíamos era que pronto nos encontraría un personaje al que nombraríamos Epic Man (Hombre Épico) desde ese mismo momento, puesto que apareció a contra luz, con la melena al viento, tocando su guitarra eléctrica y queriendo hacer un dúo magistral con nuestro flautista: Épico por donde se mire.

Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

The «Epic Man»

Era mexicano y muy simpático. Con su llegada empecé a meterme en lo que es el alma de este festival: disfrutar de la música, vivirla y compartirla con los demás, por mucha droga y juerga que se mueva alrededor (como ocurre en todo evento de este tipo). Y el dúo se llevó a cabo y escuchamos piezas tan geniales como frikis, como, por ejemplo, el tema principal de Star Wars, como no podía ser de otra manera siendo Miguel nuestro flautista y friki reconocido.

Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

Dúo de músicos

También hubo un concierto genial de un grupo amateur en el campamento. La gente bailaba animadamente, como en una película del oeste o como si estuviéramos en una fiesta celta en las Highlands escocesas.

Tras cenar y ponernos los pantalones largos (que por la noche en Galicia siempre hace fresquito), nos fuimos a nuestro primer concierto. Quien tocaba era el grupo KAN, formado por músicos irlandeses, ingleses y escoceses. Fue un concierto estupendo, donde lo pasamos muy bien.

Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

El grupo KAN en concierto en Ortigueira

A la mañana siguiente, como habíamos aprendido de nuestros errores (véase, permanecer en la tienda a pesar de asarnos hasta ya no poder más y tener que salir asfixiados), en cuanto hizo un poco de calor sacamos la esterilla al prado y nos echamos a dormir a la sombra de un gran pino. Pero hubo un imprevisto y fue que estábamos demasiado dormidos para pensar que el sol se iba a mover, así que terminamos con un bonito tono sonrojado en la piel. ¡Está bien, Ortigueira, tú ganas otra vez! Pero no iba a quedar así la cosa… Llevaba conmigo crema de Aloe, perfecta para las quemaduras. Jeje.

Y así vivimos un segundo día de conciertos, conociendo a gente simpática y disfrutando de la música.

Festival de Música Celta de Ortigueira, Galicia, 2013

Componentes del grupo de música celta KAN

El último día, por la mañana, en lugar de dormir asados en una tienda o de quemarnos mientras dormíamos bajo el sol, decidimos no dormir tanto e irnos a la playa (con mucha protección solar). Lo único que se me olvidó fue un pareo ¡qué viento más frío! Eso sí, la playa, preciosa, con mucha arena clara, heladas aguas azules y una isla a la que se puede llegar a pie cuando baja la marea. Maravilloso.

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Apuntes para el próximo año / consejos:

– ir un poco más vestida a la playa (con un pareo, camiseta o camisa, por el viento tan frío),

– llevar sudaderas fue muy acertado (pensar que es verano y que no va a hacer frío puede ser un error que mucha gente comete, como nuestra compi Susana, que no llevó jersey y tuvo que improvisar con lo que tenía),

– llevar para la próxima una camisa (más ligera, para momentos de brisa a media tarde),

– estuvo bien llevar un repelente de insectos para la tienda en lugar de spray para la piel (unos parches que encontré en una parafarmacia y que se ponen hasta en la ropa; duran 8 horas en el exterior y 10 en el interior; huelen a limón),

– comprar un candado para la tienda fue una buena idea (a veces roban, hay mucha gente y puede pasar); mejor aún: que el candado fuera de números y no de llave (ésta se puede perder con tantas idas, venidas y ajetreo).

– no olvidar la linterna, aunque comprar un farolillo allí mismo estuvo muy bien, es más práctico que una linterna al final porque, cuando lo cuelgas en el techo de la tienda, alumbra el espacio mejor,

– fue buena idea llevar la flauta y juegos de cartas, siempre se conoce gente y se pasa bien con cosas tan simples como una flauta dulce o harmónica (no tiene por qué ser una flauta travesera, como la de nuestro compi) y una baraja, que caben en poco espacio. Si tienes otro instrumento, aunque sea más grande, como una guitarra, también puede valer la pena llevarla a un festival de este tipo siempre que veas que puedes cargar con todo durante los trayectos de ida y vuelta (y ten cuidado con ella a la hora de dejarla en cualquier parte, está mejor en la tienda y usa candados siempre).

– nunca olvidar las chanclas (para las duchas y/o la playa sobre todo), la toalla, el papel higiénico (muy importante siempre que se va de excursión porque suele faltar en muchos sitios), la protección solar, unas gafas de sol, incluso gorra (aunque a mí me molestan), unos pantalones cortos y otros largos (incluso mejor si son desmontables porque llevas dos en uno), ropa cómoda, evitar faldas y vestidos (nunca se sabe, hay chicas a las que se les ocurre llevar estas cosas, pero para ir de excursión siempre, siempre, es poco práctico) y todos los jabones mejor en tamaño pequeño (si no, pesan mucho y ocupan demasiado).

Crema de aloe o similar, muy buena para quemaduras producidas por el sol.

– Para comer bien y no sólo bocadillos durante 4 ó 5 días, es buena idea comprar pequeñas latas de conservas (atún en escabeche, mejillones, sardinas, etc.), que no se estropean y te dan mayor sensación de haber cenado de verdad.

Espero haberos dado algunos buenos consejillos y ¡a disfrutar de los festivales de verano!