La brújula del camaleón

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París, la cara 15 de diciembre de 2010

Filed under: Paris — Lua Soleil @ 13:10

La primera vez que pedí un café con leche en París, casi me da un soponcio. Para empezar, ingenua de mí, pedí un «café au lait» (famoso «café olé» que dice y repite encantado cualquier hispano hablante cuando se lo enseñan el clase de francés haciendo gestos folklóricos), pero resultó que en «Paggí» se denomina «café crème», que queda más fino, y me miraron con cara extraña antes de gruñir y apuntar en una hojita. Para terminar, la gracia salió por 6 euros… ¡y tuvimos suerte! Gracias a Dios, encontré un lugar donde ahora pago 4 cuando puedo darme el capricho…

EXPENSIVE Cafe in Paris

de TravelEden, licencia cc en Flickr

Debe ser que desayunar o merendar en París es un lujo… bueno, eso, y comer y dormir… Y no digamos ya cosas que no son tan vitales, como salir y divertirse. ¡Una pinta de cerveza te puede salir por 10 €! Es que incluso ir al excusado puede salir por la encantadora suma de 1 eurazo! Eso sí, un retrete magnífico con vistas a un expositor lleno de rollos de papel muy bien decorados con Papás Noëles y otros motivos navideños que, por supuesto, podías comprar a la salida por otra «módica suma» de dinero (para más información y nuevas experiencias acudir al Carrousel del Louvre, abierto todos los días para su uso y disfrute).

Hablando en serio, realmente los parisinos no tienen ninguna vergüenza en cuanto al hecho de ponerle precio a las cosas (dicho por los mismos parisinos). ¿Es normal que una habitación dentro de un piso viejo y minúsculo a compartir salga por 400 €? ¿Que una habitación sin baño ni cocina, sólo con cama y ducha y con la pintura de la pared desconchada, cueste 650 € en una residencia de estudiantes? ¿O que un estudio mínimo, de 19 m2 o menos, llegue a costar 1000 € con toda la tranquilidad del mundo? Pero si el alquiler de un chalet estupendo en Madrid cuesta 1500 €/mes. Y en zona buena. Lo digo con conocimiento de causa.

En fin, que yo creo que no hay derecho. Definitivamente, vivir en París es un robo contínuo. Sus habitantes se valen del potente imán de la ciudad para creer que pueden cobrar cafés, comidas y pisos a millón. Y los que viven allí lo reconocen, que es una locura. Los estudiantes con los que he hablado están totalmente de acuerdo. Aunque también la gente mayor.

El otro día estaba esperando en el minúsculo rellano de la estrechísima escalera del piso de unos amigos (el cual es viejo y mal insonorizado además) y escuché por casualidad la conversación de dos españoles que deben vivir en el inmueble desde hace años, pues son ya mayores. Resultaba que el señor quería poner en alquiler su piso y se preguntaba cuánto podría pedir por él. La señora le contestó que una chica de uno de los pisos pagaba 400 € de alquiler (algo que incluso puedo ver normal para lo mal que está el edificio y lo estrecho y agobiante que es todo, pero considerando que es París). Y entonces exclamó: «¡Pero los chicos del segundo (o sea, mis amigos), están pagando 800 €! Eso es una vergüenza». A lo que el señor inmediatamente contestó: «No, ¡es que eso es un robo!».

Y efectivamente es así. Pero claro, París es París… Y su «charme» se paga. Pero, en serio, todo pierde su encanto cuando ves que los edificios, tan bonitos por fuera, esconden ratoneras semejantes, que se cobran como si fueran de oro. Si al menos fueran pisos pequeños pero arreglados, con buena luz y en los que no oyeras la televisión y los estornudos de la casa de al lado… lo comprendería. Pero de esta manera, me resulta difícil.

Aunque aún así, creo que, sin remedio, seguiré admirando sus monumentos, sus parques, su aire altanero, histórico y de película, y las calles anchas con esas fachadas magníficas… Sin embargo, ahora sabré un secreto… Lo que París realmente esconde. Quizá, sencillamente, la vida real.

 

6 Responses to “París, la cara”

  1. Izabel Says:

    Que Queeeeeeeeeeeeee!!!! esa coca – cola esta carisisisisismaaaaa aqui cuesta 8 pesos equivalente a casi 0.5 euros . Wow si voy llevare una cocas para vender alla jejejejejeje. Bueno de todos modos no tomo coca cola 😛

  2. labrujuladelcamaleon Says:

    jajaja, ¿en serio? ¿0.5? ¡Qué bien! Yo a veces la encuentro a ese precio en mi universidad de España, aunque no en muchos otros sitios, depende.
    Pero qué bien, ya sabes de qué puedes hacer contrabando en Europa, xD jeje.

  3. riggo Says:

    Pues eso…cagar en París es un lujo que no todos se pueden permitir. Noto cierto desencanto en tus expectativas con la ciudad…no me preguntes por qué…

    • labrujuladelcamaleon Says:

      En realidad no lo paso tan mal. 🙂
      Pero sí que he notado que hacía falta desmitificar un poco la ciudad. Artículos idílicos sobre París hay millones y creo que todos llegamos un poco con esa idea del París perfecto, pero la otra parte de la realidad nadie la cuenta. Pensé que hacía falta.
      Aunque también hay cosas geniales. Es lo que me he propuesto contar a continuación. 😀
      Saludos!

      • Anónimo Says:

        querras decir la primera vez que pagaste un cafe en Paris no?….porque me consta que tomar ya te habias tomado varios, con diferentes tartas riquisimas…!!!! que dura es la vida de estudiante en Paris ……..,aunque seguro que te volvias a ir sin pensarlo

  4. labrujuladelcamaleon Says:

    Claro que sí 🙂 . Como dice Hemingway, hay que experimentar París cuando eres joven y llevarte puestas las experiencias toda la vida 🙂


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